La caza y el tráfico ilegal de la flora y fauna en México y en el mundo  

El tráfico ilegal del ser vivo en México, es un tema de mayor relevancia en la sociedad hasta hoy, se ha tratado de disminuir y desmantelar estas redes de tráfico, pero que cada vez son más precavidas para no ser descubiertos; sucediendo lo mismo con la caza ilegal de la fauna por parte de los ciudadanos que siguen sin entender la importancia de las especies en los ecosistemas de la biodiversidad del país y del mundo.


El tráfico ilegal se mantiene en funcionamiento con la caza y a la colecta de las especies de flora y fauna, comprendiendo ejemplares vivos en productos y subproductos derivados de éstos, siendo considerado el producto como algo no transformado y el subproducto aquellas especies que han sufrido algún proceso de transformación. Este comercio ilegal tiene una red de tráfico bien organizada, en donde existen diversos niveles de actuación con la corrupción, donde cada uno realiza actividades específicas que comprende la extracción de los ejemplares de vida silvestre de su medio natural, siendo estos el acopio, el transporte, la distribución de los mismos, y finalmente la venta, llegando a formar una cadena de ilegalidad.

El tráfico ilícito de la flora y fauna, resulta imposible controlar su extensión por la ambición de lucrar con la naturaleza, sin embargo, se sabe que es un negocio de amplias dimensiones alrededor del mundo que involucra grandes cantidades de dinero. Lamentablemente en los últimos años se ha sufrido el aumento de pobreza por la falta de opciones de generar ingresos, logrando que el tráfico ilegal aumente de manera notable, debido a la facilidad que se dispone en ganar grandes cantidades de dinero, siendo este un factor atractivo para las personas necesitadas de este sustento, como también para los cazadores, colectores, acopiadores y contrabandistas.

Se dice que en cada acción hay una razón del porqué, pues el tráfico ilegal de la flora y fauna no es la excepción, teniendo varios factores que se le atribuye. El principal factor que detona esta red es la demanda del mercado, la cual a su vez es promovida por grupos de consumidores impulsados por diferentes valores sociales, siendo en esta la compra oportunista motivada por el deseo del ser humano de poseer mascotas y plantas exóticas y raras, y la necesidad de tener trofeos de caza (partes de animales). Luego está el lado cultural que ha jugado un papel fundamental en la demanda de la vida silvestre al encontrarse fuertemente establecidos, convirtiéndose en hábitos y costumbres difíciles de cambiar y de concientizar a la sociedad; un ejemplo es en México del uso de la carne de la víbora de cascabel, la carne de zorrillo en prácticas de la medicina tradicional, o el de cazar al venado para fines alimenticios y entretenimiento.

El tráfico ilegal del ser vivo le cobra un precio altísimo a los ecosistemas y a sus especies, trayendo consigo consecuencias negativas que se pueden observar en distintos niveles:

·   Nivel organismo: Debido al tráfico ilegal, los organismos se ven sometidos a condiciones terribles durante su captura, transporte y venta. En ello les ocurren lesiones, contagios de enfermedades e incluso una alta matanza, causándoles un gran sufrimiento. 

    Nivel especie: Debido a la extracción masiva de la fauna silvestre de su hábitat natural ha ocasionado que muchas especies mexicanas se encuentren hoy en día amenazadas, en peligro de extinción o incluso extintas. El tráfico ilegal tiende a desestabilizar las poblaciones de flora y fauna debido a que predomina la extracción de ejemplares jóvenes, llegando a provocar fuertes presiones sobre las generaciones de menor edad, disminuyendo la tasa de reproducción de toda la especie, trayendo consigo otra consecuencia que afecta también a la tasa reproductiva, siendo esta la proporción de hembras y machos extraídos, la cual puede aumentar fuertemente la fragilidad reproductiva de toda la especie. Todos estos factores han afectado de manera significativa a las poblaciones completas de flora y fauna de nuestro México.


Con todo lo que se ha mencionado del tráfico ilegal de la flora y fauna, es algo que no hay que tomarse a la ligera en el mundo, pero, desafortunadamente en México las protecciones ambientales y las agencias de aplicación de la ley ambiental son parte misma de la corrupción y que por otra parte la inversión a la protección es mínima, debilitando así la falta de autoridad, de equipos y personal para prevenir y detener estos delitos ambientales, logrando que los recursos naturales estén cada vez más bajo la amenaza de los traficantes de vida silvestre y del crimen organizado. Claro está que no solo son estas protecciones y agencias las que fallan en su trabajo, ya que también se encuentran los funcionarios gubernamentales, los comerciantes legales de productos de vida silvestre e incluso los organismos de aplicación de la ley en México puesto que están sistemáticamente en la corrupción y en la amenaza de los criminales.

El tráfico ilegal de los seres vivos, es un tema que requiere atención de manera urgente para poder salvar y proteger a los seres vivos que se encuentran en peligro. A la vez de tener la obligación como seres humanos de cuidar y mantener a salvo a la naturaleza que contamos en el mundo, ya que sin ella no estaríamos aquí, no tendríamos un lugar donde vivir como lo hacemos ahora. Debemos ser mas consientes y agradecidos con lo que tenemos a nuestro alrededor y su importancia que tienen en este planeta.

Por lo tanto, me atrevo a dar la siguiente propuesta:

  • ·   Crear un organismo juvenil que difunda a través de las redes sociales, folletos, crípticos, carteles, platicasen las comunidades; pero sobre todo realizar denuncias anónimas para no ser un cómplice en dicho tráfico.
  • ·    Crear consciencia en las escuelas de las consecuencias de la caza ilegal de los seres vivos y en que afecta; realizando actividades para abarcar este tema, como investigaciones, dibujos, exposiciones, relatos, etc.

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